En su blog Hernán pregunta: ¿dónde estabas cuando se produjo el atentado a la AMIA?.
Yo recuerdo que en esa ocasión estaba acá, en Córdoba, en una de las tantas vacaciones de julio con mis viejos. Recuerdo que aún era chico y me asombraba ver las imágenes de tanta destrucción, tanta angustia y dolor. Todo para mi era asombro. Quizás no tanto como cuando, sentado en el suelo de mi casa frente al televisor, observaba inmóvil y boquiabierto cómo la Embajada de Israel se caía a pedazos.
Ahora me doy cuenta que nadie pudo ni podrá dejar de asombrase al recordar esas imágenes o al intentar siquiera imaginarse tanto dolor y pérdida.
Hoy se cumplen 13 años del atentado a la mutual judía. Este país nunca estuvo, y quizás nunca esté lo suficientemente preparado para curar sus heridas, y es que le será imposible mientras los responsables de tanto odio y muerte estén sueltos, mientras la impunidad siempre juegue la última carta y mientras el dolor se encienda con cada aniversario acechado por el fantasma de esta causa inconclusa.
Yo recuerdo que en esa ocasión estaba acá, en Córdoba, en una de las tantas vacaciones de julio con mis viejos. Recuerdo que aún era chico y me asombraba ver las imágenes de tanta destrucción, tanta angustia y dolor. Todo para mi era asombro. Quizás no tanto como cuando, sentado en el suelo de mi casa frente al televisor, observaba inmóvil y boquiabierto cómo la Embajada de Israel se caía a pedazos.
Ahora me doy cuenta que nadie pudo ni podrá dejar de asombrase al recordar esas imágenes o al intentar siquiera imaginarse tanto dolor y pérdida.
Hoy se cumplen 13 años del atentado a la mutual judía. Este país nunca estuvo, y quizás nunca esté lo suficientemente preparado para curar sus heridas, y es que le será imposible mientras los responsables de tanto odio y muerte estén sueltos, mientras la impunidad siempre juegue la última carta y mientras el dolor se encienda con cada aniversario acechado por el fantasma de esta causa inconclusa.
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