Los que residimos en Córdoba últimamente estamos viviendo dentro de un clima de debate político que no se ha presenciado en años anteriores. Y el escenario del mismo se ha trasladado en el transcurso de estas semanas desde los programas televisivos y radiales, a las calles y a las aulas, a las charlas de café y reuniones de amigos.
Considero que es muy saludable, y creo que todos lo piensan así, para un mejor conocimiento y el acceso a una mayor participación, y para lograr un cierto compromiso de parte del electorado.
Acostumbrados muchas veces los argentinos a que las cosas se nos impongan, la posibilidad de contar con un acercamiento a los candidatos y sus ideas ha renovado en muchas personas, por lo menos en mi, el interés por algo que estaba y sigue estando muy desprestigiado.
Por mas falencias que tengan y los confusos que puedan volverse, entiendo que los debates que hemos presenciamos estas semanas en los medios y fuera de ellos, han colaborado por lo menos con su granito de arena a instalar algo que está cambiando en estos tiempos: la conciencia.
Considero que es muy saludable, y creo que todos lo piensan así, para un mejor conocimiento y el acceso a una mayor participación, y para lograr un cierto compromiso de parte del electorado.
Acostumbrados muchas veces los argentinos a que las cosas se nos impongan, la posibilidad de contar con un acercamiento a los candidatos y sus ideas ha renovado en muchas personas, por lo menos en mi, el interés por algo que estaba y sigue estando muy desprestigiado.
Por mas falencias que tengan y los confusos que puedan volverse, entiendo que los debates que hemos presenciamos estas semanas en los medios y fuera de ellos, han colaborado por lo menos con su granito de arena a instalar algo que está cambiando en estos tiempos: la conciencia.
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