Te despertas escuchando la radio y la primera cachetada te la da el paro de los municipales. Las calles céntricas son un caos. Intentas tomar el desayuno y te "desayunas" con un inminente peligro de desabastecimiento. Los cortes en las rutas se agravan y ya no pasa nadie. Salís a la calle y en todos lados se respira el mal humor, y como no podes ser menos, colaboras con tu granito de arena. Te moves con cuidado. No sea que una bomba de estruendo te explote en los pies, te pise un colectivo o te mate a trompadas un taxista. Tratas de esquivar la manifestación de los empleados del municipio. Doblas la esquina y un tractor te impide el paso. Escuchas sin querer que están tirando comida en las rutas y que el panorama se pone denso. Para llegar a tu destino tenes que hacer 1o cuadras más y ya estás llegando tarde. Por fin logras arribar a tu laburo. Y bueno...hay que personas que explotan...
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