
La verdad es que la oferta es diversa y una buena oportunidad para pasar un par de horitas con amigos o pareja, degustando los mejores varietales de bodegas locales, nacionales e internacionales, disfrutar de la calidad de los productos gastronómicos y demás actividades como las charlas y clases de cocina. Algo negativo: el espacio me pareció insuficiente, y por momentos el acceso a los stands era bastante complicado. Lo demás, excelente!
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