Algo huele mal...

Salgo esta mañana de camino al trabajo y me encuentro con un paisaje de-sa-gra-da-ble. Bolsas y más bolsas de basura desparramadas por todos lados. Con el desayuno todavía surcando mi esófago, y evitando estrellar en las baldosas de la peatonal el par de galletas con dulce de leche y yogurth ingeridos minutos antes, recorrí las cuadras que se repetían en una postal de desechos exhibidos sin ningún pudor. Ahí estaban ellos. Tomando sol como si nada.
Como siempre que se produce la paralización de algún servicio, los perjudicados somos los vecinos.

Publicó La Voz: "Debido al riesgo sanitario que implica el corte de servicios, el municipio declaró la emergencia ambiental y solicitó a la población que se abstenga de sacar las bolsas de residuos". Claro, mejor nos enfermamos cada uno tranquilo en su casa.
Mientras tanto, todos esperamos que se resuelva el conflicto que mantiene parado al servicio. Sería "interesante" que la municipalidad tome alguna medida de emergencia, y que de alguna forma se recolecte la basura que está depositada en las veredas, tachos, calles, cabezas de la gente, desde las 19 horas de ayer.